Merezco otra vida, me lo dijo ese cuento. Desbordado en mi hogar, junté a todos y la noticia, asustada y expedida, cobró sensatez.
Ahora te toco. Estamos en Oriente. Pisamos y reimos; aunque dentro de unas calles y dentro de ciertos momentos se filtran los calambres,nos cnocemos.
Lo desciframos.
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